Con esto, la medición se ubicó 0,7 puntos porcentuales por encima del registro de abril publicado por el INDEC (8,4%) mientras que la acumulada en los primeros cinco meses del año sería 44,0% contra el 29,3% acumulado durante mismo período del 2022.

El otro dato preocupante es que la variación interanual llegaría a 116,9% desde el 108,8% de abril, sosteniéndose en tres dígitos.

Ayer, bajo el título "Sorprende a España la importante baja en la inflación" dábamos cuenta del retroceso del IPC en la península, que se ubicó en el 3,2% interanual, el dato más bajo desde julio de 2021. Para dar una mera comparación, alcanza con decir que España necesitaría casi 40 años de inflación nominal acumulada de ese valor para igualar solo 1 año de inflación en la Argentina.

Hay que destacar que, en nuestro país, mayo sería el sexto mes consecutivo de aceleración en la suba de precios mensual, desde que en noviembre de 2022 se había tocado un piso de 4,9%, unos 4,2 puntos porcentuales menos que la medición de mayo.

Santiago Casas, economista de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que “los aumentos en alimentos son muy preocupantes porque afectan fuertemente los valores de la canasta básica, poniéndole pisos más altos a los límites de pobreza".

En este sentido, el rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas” mostró una suba del 9,1% mensual en la medición de la entidad, sosteniendo el crecimiento por encima del 9% por tercer mes consecutivo". 

"Si hacía falta volver a demostrarlo, los programas de precios justos fracasaron y lo único que consiguieron fue mayores distorsiones en la economía. La inflación se acelera a medida que aumenta la incertidumbre sobre lo que pasará a partir del 10 de diciembre", dijo Casas.

En cuanto a una eventual respuesta al problema el economista aseguró que "el próximo gobierno tendrá el desafío de diseñar un plan de estabilización que recupere la confianza en la moneda, o la sustituya por otra”.