Con el índice de precios al consumidor (IPC) en el 3,2% interanual y la inflación subyacente -lo que en Argentina llamamos núcleo- en el 6,1 por ciento interanual, los españoles arrancarán junio con algo más de tranquilidad, pese a que se avecina el verano y el turismo tiende a impulsar los precios al alza.

No obstante, hay que remontarse a julio del 2021 para encontrar un dato similar (3,2% i.a.) en materia del IPC según los números que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).

Además, la medición de mes contra mes también fue a la baja en un 0,1% cuando la mayoría de los economistas esperaban un alza del 0,6% para el dato del IPC.

Aunque los precios siguen siendo un problema notable para los españoles, no acostumbrados a convivir en un contexto de inflación alta, allí observan como las cosas parecen querer volver, poco a poco, a acercarse a la zona del 2% que tiene como objetivo el banco central.

Es más, el IPCA de España (el índice que tiene en cuenta el Banco Central Europeo y Eurostat) se ha situado en el 2,9% en mayo, por debajo incluso del indicador que utiliza en exclusiva el INE.

De este modo, la inflación interanual se ha frenado al 3,2% en mayo, 0,9 puntos menos respecto a la tasa registrada en abril, debido fundamentalmente al abaratamiento de los carburantes y, en menor medida, a la moderación del precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas.

Con el retroceso de mayo, la inflación vuelve a los descensos tras la subida de ocho décimas que registró en abril y que la situó en el 4,1%.

El INE también publica en su nota una estimación de la inflación subyacente (que no pondera alimentos no elaborados ni productos energéticos), que en mayo bajó cinco décimas, hasta el 6,1%, situándose 2,9 puntos por encima del IPC general y en su menor nivel desde julio de 2022.