El sector juguetero sostiene que va a cerrar el 2022 con una caída del 10 por ciento. Si bien esperaban las fiestas de fin de año y Navidad para repuntar, eso no ocurrió. La presencia de la selección argentina de fútbol en el Mundial Qatar 2022 y su coronación extendieron los festejos, conspirando contra el negocio del juguete.

La revancha par los jugueteros podría situarse en la tradicional celebración de Reyes, y hacia el año próximo apuestan todas las expectativas, sabiendo que el que termina no llegará a dar los frutos necesarios para igualar las ventas del 2021.

Un elemento que jugó de manera decisiva, también, fue la cuestión de las importaciones. Desde mediados de año se sabía que el sistema impuesto por el nuevo ministro de Economía, Sergio Massa, para controlar la salida de dólares del Banco Central iba a afectar al comercio juguetero. Y ocurrió.

Desde el sector entienden que la medida no los favoreció, para nada. Saben que la mitad de los juguetes que son de moda vienen desde el exterior, muchos con licencias norteamericanas, pero fabricados en China. Ese tipo de producto sufrió fuertemente una retracción.

Las ventas de los planes Ahora 12 tampoco sirvieron de mucho. Porque al estar direccionados a productos nacionales y las tasas de interés ser elevadas, terminando cerca del cien por ciento real, el comprador se vio desalentado. El producto no era de la demanda de los niños y encima se encarecía notablemente.

Se espera que el año próximo las cosas mejoren. Las expectativas siempre están presentes, aunque también saben que será bastante complicado, en una macroeconomía carente de recursos y con necesidad de cuidar cada dólar que ingrese como si fuera el último.