Fueron varios días con incertidumbre política que debilitaron al Presidente Alberto Fernández, dejando en claro que su vicepresidenta, Cristina Fernández, es quien tiene el poder de mantener estable o no la estructura de gestión.

Tras las renuncias a disposición puestas por los ministros kirchneristas, la única efectivizada fue la de Roberto Salvarezza. El ex ministro de Ciencia será sustituido por Daniel Filmus, quien ya estuvo durante los años de gobierno kirchnerista al frente del ministerio de Educación de la Nación en la gestión de Néstor Kirchner.

Quizás lo más rutilante es el retorno al Gobierno de Aníbal Fernández, esta vez como ministro de Seguridad, reemplazando a Sabina Frederich. Ésta era fuertemente cuestionada desde el interior de la coalición gobernante pero también en el plano de la sociedad, por la grave crisis de inseguridad que vive la Argentina desde el retorno al poder del kirchnerismo.

Las medidas de correr a fuerzas federales de lugares que controlaban a expensas de organizaciones delictivas es uno de los reproches que la oposición le hace a Frederich, hoy ejectada del Gabinete. La ex ministra era sostenida por el Presidente Alberto Fernández.

Tampoco seguirá otro "albertista" como Nicolás Trotta. En su lugar asume Jaime Percyzk, un dirigente de bajo conocimiento en la opinión pública nacional. Llega de la mano del intendente de Hurlingam Juan Zabaleta, del riñón político de Alberto Fernández.

El desplazamiento de Cafiero a la Cancillería es un interrogante. Políticamente el Presidente logró que no le arrebataran su alfíl y lo reubicó en otro espacio clave, donde antes estaba Felipe Solá. Sin embargo, pocos son los que confían en las capacidades del funcionario para llevar adelante las misiones y relaciones internacionales del país.

Julián Domínguez será el nuevo ministro de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. Domínguez estuvo ligado al kirchnerismo pero luego cayó en desgracia, cuando enfrentó a Aníbal Fernández en la PASO de 2015 para ser gobernador en la provincia de Buenos Aires. Más tarde, el ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación fue perdonado por el kirchnerismo más duro y volvió al camino.

Domínguez es un hombre que, antes de ser kirchnerista, es "de la Iglesia" católica. Con fuertes vínculos en los niveles más altos de la estructura religiosa en Buenos Aires.

El relanzamiento

La idea que alientan desde el oficialismo es que se debe relanzar el Gobierno, con vistas al 2023.

A pesar de que el 14 de noviembre estarán las elecciones legislativas, el criterio parece haber sido el siguiente: "peor no nos puede ir, generemos todos los cambios ahora y empecemos a recuperar para adelante".

En ese axioma existen varias verdades. Que la elección pasada fue la peor de la historia del peronismo, con escasos 30 puntos porcentuales tocando el piso más bajo. Que los cambios pueden aceitar un poco la gestión en el corto plazo y, tal vez, recuperar algunos votos del kirchnerismo duro que claramente no acompañaron el 12 de septiembre. Si se mejora eso quizás no se pierda tanto poder legislativo. Y que de cara a 2023 falta mucho, por lo tanto se puede corregir el rumbo y enderezar la nave.

Todo está por verse. Lo real y concreto es que en la lucha de poder de los últimos días quedaron claras algunas cosas. Entre ellas, que en el binomio Ejecutivo el poder real recae sobre la vicepresidenta.

Matías Frati
Director ADNempresario