Se han visto candidaturas que bajan. Concejales, hasta diputados. Pero fórmulas presidenciales que son "vencidas" a las 24 horas de ser anunciadas, como ocurrió con el binomio De Pedro y Manzur, nunca en la historia reciente de la democracia argentina.

Naturalizar el "todo vale" de la política implica suponer que la sociedad argentina es eso. Un "tome" y "daca" constante y permanente. Donde da lo mismo que el posible presidente sea De Pedro o Massa.

¿A todos les pasa eso?

Entiendo que una sociedad se construye sobre la base de valores. Que tiene que haber principios naturales. Como el de la gravedad, por ejemplo, pero aplicado a la política.

No está bien lo que pasó entre el jueves y el viernes previo al cierre de listas. La sociedad argentina se desayunó con un cambio de roles tremendo en la conformación de las candidaturas del espacio que reporta al justicialismo.

Indudablemente, la argentina tiene que lograr una estabilidad fundamental en torno al valor de la palabra. A la verdad. Los amagos como los del viernes, con la cancelación de la fórmula del partido de gobierno, es una demostración del "todo vale" normalizado.

Los países normales transitan el camino de la institucionalidad con reglas de juego de las que no se apartan. Y lo que se pacta se cumple. Porque sin palabra todo se relativiza y cuando eso pasa, si alguien dice "buen día" otro sale a mirar si en realidad no está diluviando.

Matías Frati – Director
ADNEmpresario