No se toma dimensión de la crisis. Puede ser que los trabajadores no se sientan a gusto, que tal vez sienten que están preparados para otra cosa o que los dueños estén cansados de lidiar siempre con los mismos inconvenientes económicos de la Argentina. Incluso pueden existir muchas explicaciones más. Pero, ¿qué culpa tiene la gente?

Cuando una persona ingresa a un comercio para preguntar por un producto lo que primero espera es ser bien recibida. Al menos, espera obtener un saludo de llegada, una sonrisa, y por sobre todas las cosas, asesoramiento adecuado a la hora de preguntar un producto o servicio que allí se ofrece. En definitiva, es lo que debe suceder en cada operación comercial.

Sin embargo, no todos los negocios de una misma comunidad están en idéntica situación, porque los números estadísticos reflejan promedios que se dan luego de medir un determinado universo de posibilidades.

Es ahí que se nota que, cuando las ventas caen para algunos comercios hay otros que las hacen crecer. Porque aprovechan la brecha que le dejan aquellos que atienden mal o directamente no asesoran. Y eso es ampliamente conocido en el mundo comercial. La diferenciación es clave cuando la competencia es fuerte y las condiciones del mercado relatan la estrechez de la economía.

¿Ya pensaste en qué grupo de comercios queres estar? ¿En los que atienden mal y no asesoran, pagando el costo de reducir sus ventas, o querés estar entre los que aprovechan a esos clientes insatisfechos que buscan respuestas en otros lugares para satisfacer sus necesidades, y así ven como sus ventas mejoran mientras otros se quejan con la cabeza agachada mientras miran lo que pasa en sus conversaciones de redes sociales por celular...? Para pensarlo (y actuar).

Por Matías Frati
Director de ADNempresario