El Fondo Monetario Internacional no le va a reclamar a la Argentina una reducción en el elevado gasto público que tiene el Estado Nacional. Esto quedo en claro en las palabras de la propia directora del organismo Kristalina Georgieva.

Por estas horas, una misión del organismo de crédito internacional se encuentra en nuestro país. Ayer tuvo la reunión más importante en el aspecto técnico, cuando el ministro de Economía, Martín Guzmán, recibió a los enviados del FMI.

En la reunión quedaron en claro dos cosas. Que la voluntad del Fondo no es reclamarle a la Argentina que realice un ajuste. Y que los funcionarios del FMI requirieron mayores precisiones sobre los planes del Gobierno en materia cambiaria.

Si bien puede entenderse como un visto bueno para el Ejecutivo que encabeza Alberto Fernández, la definición de no pedir ajustes comunicada desde el organismo deja al Gobierno sin excusas, para cuando tenga que hacer esos ajustes por su cuenta.

Ayer mismo se reafirmaban otras dos cosas, pero desde lo doméstico: que no hay demasiadas precisiones sobre como continuará pagándose el IFE que alcanza a 8,2 millones de argentinos que ya recibieron una ayuda extraordinaria de $ 30.000 en lo que va de la cuarentena; y que el año próximo el Gobierno tiene previsto un achique del 15% en el gasto social. Y todo eso sin poder responsabilizar al FMI como ocurría en otras épocas cuando todo lo malo era culpa de los "cerdos capitalistas" que buscaban oprimir a la Argentina.

Dura misión. La del FMI que de manera inteligente dijo "esta boca (no) es mía" aclarando qué le interesa saber y que no. Y, como muchas veces, demostró que casi siempre es mejor no saber que saberlo todo.

Matías Frati – Director
ADNEmpresario