No será fácil, pero nada lo es. En definitiva, está claro que conducir no es cosa simple.

Después de los ruidos que generaron las expresiones de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la Universidad Nacional del Chaco Austral, donde dijo que eligió al Presidente Alberto Fernández para la candidatura porque era una persona de poco poder (palabras más, palabras menos) quedó a la vista todo lo que se suponía.

En este contexto de baja calidad institucional, en la que los dos integrantes máximos del poder ejecutivo nacional no se respetan entre sí, o lo que es peor, quien ejerce el rol superior está condicionado por el que ocupa el cargo inferior, es muy necesario que se ordenen los valores.

Porque dos más dos es cuatro, en cualquier parte del planeta menos en la Argentina, donde puede ser tres y medio o cinco. No importa. Para todo hay una discusión.

La inestabilidad de las instituciones a la que apuesta un sector del Gobierno coloca a todo el esquema económico y político en crisis. La gente duda de cuánto vale su salario, los precios aumentan, los comerciantes remarcan por las dudas, los empresarios no invierten, y así podrían describirse muchas situaciones más.

Si no se dejan de lado las peleas palaciegas y se nutre de institucionalidad a la democracia, triste final nos espera en el futuro de mediano plazo.

Matías Frati – Director
ADNemrpesario