54 9 223 525 2657

Comunicate con nosotrosinfo@adnempresario.com

Friday, Mayo 09, 2025
Noticias económicas y empresariales

últimas noticias

Opinión > Columnistas Invitados

Por Matías FratiArgentina03 de Marzo

No fue una bravuconada, fueron varios mensajes en apenas dos minutos

La televisación de la pelea de Trump y Zelensky tiene encriptadas distintas lecturas. Hay más tensión de la que se piensa alrededor del conflicto entre Ucrania y Rusia. Estados Unidos analiza posibles consecuencias. El equilibrio global está en riesgo como nunca desde el fin de la segunda guerra mundial.

 

El mundo tiene dos grandes polos, un tercer sector que crece expectante y un cuarto espacio de concentración histórica de poder que no termina de consolidarse seriamente como un emergente que rompa la hegemonía de las dos grandes potencias.

Estados Unidos y Rusia son esos dos polos que quedaron establecidos como la garantía del equilibrio mundial, luego de la segunda guerra mundial, afirmando año tras año que tenían fortaleza para desencadenar un conflicto de dimensiones o asegurar una paz tácita como ocurrió por décadas.

Aquel episodio de tensión entre el presidente norteamericano Donald Trump y el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, al que muchos corrieron presurosos a llamar "emboscada", no fue más que una señal de Estados Unidos hacia Rusia, de que la voluntad no es de avivar el fuego, sino de aplacar los ánimos beligerantes del líder ucraniano.

Pero, al mismo tiempo, fue un mensaje a los otros dos sectores menores en la disputa global, China -con su aliado Corea del Norte- y Europa, de que todavía el equilibrio mundial lo garantizan ellos, los "yankies" y los rusos. El resto son actores secundarios.

 

Equilibrio global

Tanto Estados Unidos como Rusia son países de pensamiento expansionista. Imperializaron cuando pudieron y en la actualidad tratan de llevar un esquema de colonización consensuada por diferentes vías que no requieren la ocupación territorial como método excluyente. La asistencia económica es uno de esos métodos.

Cuando Trump le dice que Zelensky que está apostando la vida de millones de personas, y que juega con fuego arriesgando a una tercera guerra mundial, no le está hablando de manera infantil ni lo está retando. Le advierte que está en riesgo el equilibrio global, ya que un conflicto que involucre a Estados Unidos y a Rusia de bandos diferentes generaría una lucha de consecuencias desconocidas.

Además, abriría la puerta al avance de China-Corea con mayor participación en la nueva realidad mundial y debilitaría a Europa como espacio cuarto polo -menor, por cierto, que los otros- en importancia, ya que el territorio de batalla podría ser el viejo continente.

Tener una mirada sesgada, como ocurrió en la Argentina, donde los especialistas solo enfocaron el entredicho del Salón Oval como una bravuconada de Trump, es -al menos- no mirar el contexto general.

China es expansionista. Corea sueña con la aniquilación de la parte sur de la península. Tanto Corea del Sur como Japón han sido experimentos avalados por Estados Unidos como estrategia de debilitamiento del gran gigante asiático chino.

 

Perspectivas atendibles

Es imperioso mirar la realidad con los prismas adecuados.

La tensión entre Ucrania y Rusia, que lleva dos décadas desde la invasión de Crimea en adelante, es un foco de riesgo para el orden mundial moderno. Por eso es necesario resolverlo en coordenadas de paz.

¿Estados Unidos necesita de la OTAN para ser fuerte en el mundo? No. ¿La OTAN es más fuerte con Estados Unidos dentro? Obvio. ¿Rusia necesita de China para apostar a un conflicto largo? Sí. Y Corea del Norte aporta el cuerpo en el campo de batalla. Pero quien más se debilita en un contexto de guerra es Europa. Campo de batalla ineludible de una disputa de las características que Trump le dice a Zelensky que debe evitar.

Lo que vimos este fin de semana en Washington no tiene que ver con un pase de facturas por los 350.000 millones de dólares en armamento militar que Joe Biden le aportó a Ucrania, solamente. Fue un mensaje entrelíneas de Trump a Vladimir Putin haciéndole saber que Estados Unidos no fomenta la guerra, pero que si lo involucra estará obligado a participar. Y a los otros dos polos menores, China y Europa, les da a entender que si se involucran pagarán consecuencias en víctimas y territorio.

Aunque el gran interrogante por develar, aun, sea China, quien tal vez salga mejor parado de una post guerra, posicionándose como un factor clave para el comercio global y logrando mayor influencia sobre aquellos países donde hoy no la tiene.  Para pensarlo.

Dejá tu Comentario

Complete los siguientes datos.

Cada vez más personas en Argentina, como usted, están leyendo y apoyando el periodismo de investigación independiente de ADN Empresario.
Cada contribución del lector, grande o pequeña, es muy valiosa y esencial para proteger nuestra independencia editorial. Si puede, apoye a ADN Empresario hoy desde tan solo USD 1.

donar

Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación. Al continuar navegando usted acepta nuestra política de cookies.

Acepto

Contacto

Complete el formulario para contactarse con nosotros.

54 9 223 525 2657

info@adnempresario.com