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Por Juan Manuel Garzón y Tobías LuceroArgentina23 de Noviembre

Precios de alimentos en LATAM: ¿se desacelera la inflación en la región menos en Argentina?

Este informe monitorea lo que viene sucediendo con los precios finales de los alimentos en 11 países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, Perú, México, Costa Rica, Ecuador, Paraguay y Bolivia) tanto este año como en los dos previos (2020 y 2021). El propósito del análisis es doble: a) evaluar si se observa aceleración o desaceleración en la tasa de inflación de alimentos en la región (consumidor final), para distintos períodos de interés (último mes, último año, etc.); b) comparar lo que viene sucediendo en Argentina en perspectiva a los restantes países, a los efectos de diferenciar niveles y dinámicas de inflación.

 

Se focaliza en la división “alimentos y bebidas no alcohólicas” de los IPC de cada uno de los países antes mencionados (organismos oficiales), categoría que incluye productos altamente transables (carnes, lácteos, aceites) y también otros que, si bien pueden ingresar al circuito de comercio exterior (exportarse o importarse), son productos que se producen en general cerca de las ciudades y se consumen en la propia región por su elevado costo de transporte (caso de muchas hortalizas). Respecto al período de análisis, en esta oportunidad, los datos llegan hasta octubre del 2022.

 

Dinámica de precios de alimentos en la región

En Argentina la inflación en alimentos y bebidas no alcohólicas, que promediara el 3,5% mensual en el 2021, ha subido al 6,0% en los primeros 10 meses del 2022 (IPC INDEC Nacional). Por su parte, en Latinoamérica (10 países), la inflación para el mismo rubro de bienes, que fuese del 0,6% mensual en el 2021 (valor mediano), se encuentra en el 1,0% mensual en lo que va del año.

Las estadísticas muestran claramente mayores tasas de inflación en alimentos este año respecto al 2021, tanto a nivel local como regional; no es un fenómeno aislado, en todos los países la inflación se ubica un peldaño por encima del año pasado. Pero hay dos observaciones relevantes cuando se analiza y compara lo que viene sucediendo en Argentina versus en la región, una asociada al nivel y otra a la dinámica inflacionaria.

En primer lugar, la diferencia de nivel u orden de magnitud entre la inflación local y la de los vecinos sigue siendo muy alta. En lo que va de este año la tasa local es 5,9 veces más alta que la que tiene la región (valor mediano), brecha que se hace más grande con algunos países, por caso, llega a 8,7 veces si se compara con Bolivia o Ecuador y a 7 veces con Paraguay. El año pasado la brecha con la región fue de 5,5 veces, y en el 2020 de 8,5 veces.

En relación al año pasado, la brecha de inflación ha aumentado con respecto a 5 países de LATAM, disminuido en relación a 4 y mantenido estable con 1 (Brasil). En aquellos casos en que la brecha disminuyó (Chile, Bolivia, Costa Rica y Ecuador), esto obedece no a una desaceleración de la inflación en Argentina, que por el contrario se incrementó, sino más bien a una aceleración relativa de la tasa de inflación de estos países.

La segunda observación tiene que ver con lo que viene sucediendo en los últimos dos meses. Mientras que en la región se está observando una significativa desaceleración del ritmo de crecimiento de los precios, que se extiende prácticamente a todos los países (con excepción de Bolivia), ello no se verifica en el caso argentino, que por el contrario muestra tasas de inflación tan elevadas como las de meses previos. En efecto, la inflación promedio mensual de LATAM fue de 1,1% en el período enero-agosto (primeros 8 meses) y ha bajado al 0,6% mensual en el último bimestre (setiembre-octubre), de una tasa anualizada que estaba cerca del 15% se ha pasado a una tasa del 8%; por el contrario, en Argentina la tasa media ha subido del 5,9% al 6,4% mensual en estos dos sub-períodos (de una tasa anualizada del 100% al 110%).

Vale la pena mencionar lo sucedido en algunos países vecinos: En Brasil y Uruguay los precios de los alimentos, de venir creciendo por encima del 1% mensual, se han mantenido completamente estabilizados en este último bimestre (inflación 0), en Paraguay de una inflación del 1,0% mensual se ha pasado al 0,3%, Perú del 1,1% mensual al 0,6%, etc. Además de Argentina, la otra excepción en la muestra de países es Bolivia, que venía con una tasa del 0,5% mensual y ahora está en el 1,3%.

Deflación de precios de commodities, ¿uno de los factores que está contribuyendo a la estabilización de precios en la región? Los precios internacionales de materias primas agropecuarias y alimentos mostraron importantes subas durante buena parte del 2021 y en los primeros meses de este año, pero luego se estabilizaron y empezaron a retroceder, en más de un caso a niveles de fines de 2021 e incluso anteriores.

La canasta que monitorea FAO (Naciones Unidas), que contiene un mix de precios internacionales de carnes, lácteos, aceites, granos y azúcar, cuyo valor había subido un 19% en los primeros 3 meses del año, muestra caídas en los 7 meses siguientes (abril-octubre), acumulando una baja del 15% en este último período. Nótese que, en octubre, el valor de la canasta está sólo 2% arriba respecto del valor que tenía un año atrás (octubre 2021).

Este contexto de deflación de commodities y productos alimenticios básicos, que ya lleva varios meses, es probablemente uno de los factores que está contribuyendo a la desaceleración de la suba de precios de alimentos, además de todos los esfuerzos que desde la política macroeconómica están haciendo los países para atenuar el problema.

 

La estabilidad de las monedas seguramente también ayuda

El tipo de cambio es una de las variables que influye sobre precios internos de productos de exportación e importación. Frente a una suba de precios externos de materias primas (agrícolas o industriales) es de esperar que países exportadores netos de estos productos mejoren su balanza comercial y su situación externa, generándose presión a la apreciación de sus respectivas monedas, fenómeno que, de ser convalidado por las autoridades monetarias, contribuye a contrarrestar (al menos en parte) el traslado a precios locales de la suba de precios externos. Lo contrario debería suceder cuando estos precios internacionales revierten su tendencia.

Al mes de octubre se observa que el tipo de cambio respecto del dólar se ha apreciado en términos nominales en lo que va del año en varios países de LATAM (casos de Uruguay, Brasil, Perú, México), lo que atenúa el impacto sobre precios internos de procesos de revalorización de precios de materias primas, energéticos, etc., o refuerza la presión a la baja para valores externos en retroceso; por el contrario, en otros países caso de Argentina y Colombia, el dólar ha subido su precio y se mantiene creciendo a tasas importantes en los últimos meses (6% mensual en Argentina, 4,8% en Colombia), lo que no contribuye a estabilizar los precios de los productos transables.

La variación nominal mensual de las monedas de los países de LATAM es de -0,1% (valor mediano) este año, contra 0,4% mensual en 2021 y 2022.

 

En síntesis

LATAM muestra niveles de inflación en alimentos superiores a los del año pasado. De una tasa mensual mediana (10 países) del 0,6% se pasó a una tasa del 1,0% (10 primeros meses del año). En Argentina se verifica también el fenómeno, con una inflación que sube del 3,5% mensual en 2021 al 6,0% en 2022.

Como puede deducirse de los números anteriores, el problema de la inflación es de una magnitud muy superior en Argentina respecto de los vecinos. En lo que va de este año la tasa local es 5,9 veces más alta que la que tiene la región (valor mediano), brecha que se hace más grande con algunos países, por caso, llega a 8,7 veces si se compara con Bolivia o Ecuador y a 7 veces con Paraguay.

Una segunda observación, tan o más preocupante que la anterior, tiene que ver con lo que viene sucediendo en los últimos dos meses. Se observa una significativa desaceleración de la inflación en alimentos en LATAM, que se extiende prácticamente a todos los países (con excepción de Bolivia), pero que no se verifica en el caso argentino.

La inflación en LATAM, que venía al 1,1% promedio mensual en el período enero-agosto (primeros 8 meses), ha bajado al 0,6% mensual en el último bimestre (setiembre-octubre), es decir, de una tasa anualizada que estaba cerca del 15% se ha pasado a una tasa del 8%; por el contrario, en Argentina la tasa media ha subido del 5,9% al 6,4% mensual en estos dos sub-períodos (de una tasa anualizada del 100% se ha pasado al 110%).

En la desaceleración de la inflación en alimentos que se observa en LATAM, además de los esfuerzos en materia de política fiscal y monetaria que seguramente están haciendo los gobiernos (tema no relevado en este informe), contribuyen la estabilidad de varias de las monedas de la región (con revalorización nominal en algunos casos) y la deflación de precios internacionales de materias primas agrícolas y productos alimenticios básicos, que arrancó en abril y acumula desde entonces un ajuste de precios promedio del 15%.

 

Columnistas Invitados - Juan Manuel Garzón y Tobías Lucero
Editorialistas del IERAL – Fundación Mediterránea

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