La sorpresiva salida de Lucas Pratto del plantel de River Plate es una señal de que la dirigencia tiene una planificación ajustada no solo a lo deportivo, sino también a lo institucional.

El delantero, figura indiscutida para el equipo aunque por estas semanas no venía jugando demasiado -eso no quiere decir mucho porque Marcelo Gallardo pone a punto a los jugadores y los hace explotar cuando más los necesita- se va por seis meses a Holanda. Tiene futuro en el Feyenoord.

¿Qué pierde River Plate? A un jugador decisivo. Que fue figura en la final de la Copa Libertadores disputada ante Boca Juniors en Madrid a finales de 2018, y no lo contará para situaciones importantes como las semifinales de la Copa ante el Palmeiras de Brasil. Pero, al mismo tiempo, gana financieramente, porque desagota un contrato grande, de los caros en el plantel.

Sin dudas, quien más gana es Pratto. Porque tendrá la posibilidad de jugar en una liga importante, recuperará minutos de fútbol, y hasta podría lucirse allí y luego conseguir ser fichado por el mismo club u otra institución europea.

No todas son malas noticias para el "mundo River Plate". Porque, aun si Pratto volviera, lo haría con más rodaje del que tiene actualmente. Y eso también termina siendo positivo para Gallardo.