“Cuando el trabajo y el bienestar van de la mano, y éste se convierte en parte de la cultura de la organización, esta conjunción se transforma en una ventaja competitiva única que trae cada vez más beneficios”, asegura Emiliano Aguilar, cofundador de Co-Being, una start-up creada hace un año para ofrecer a las empresas programas de “wellness” corporativos.

La nueva tendencia, que quiere desterrar la idea de que el bienestar es aquello que está y que se consigue por fuera del ámbito laboral, ubica a la persona en el centro de la organización, respetando y atendiendo a su individualidad. “Quienes ya han adoptado este paradigma entienden que el bienestar de su gente no sólo es importante para ella misma, sino también para la competitividad y sostenibilidad del negocio porque saben que lo más importante de los lugares de trabajo son las personas que los componen”, advierte Ignacio Giménez Losano, cofundador de Co-Being.

Ambos ingenieros y con menos de 30 años, Aguilar y Giménez Losano elaboraron, a partir de su experiencia en ofrecer programas de bienestar integrales, una lista con los principales resultados que traen aparejados este tipo de iniciativas, que pueden abarcar desde capacitaciones de desarrollo, talleres socioemocionales, propuestas de actividad física, programas de nutrición, yoga, meditación, espacio de escucha profesional y coaching ejecutivo individual, entre otras.

Las empresas u organismos que colocan a sus empleados en el centro de la escena y brindan este tipo de espacios, suelen ver beneficios inmediatos, pero también mayores a mediano y largo plazo, en lo que se refiere a niveles de productividad y rendimiento. “Esto se debe al círculo virtuoso que se origina a partir de ambientes con buen clima interno, que se adapta a sus empleados, y no al revés”, coinciden.

Recomendados para implementarse de manera continua, midiendo sus impactos y gestionando a partir de información y datos objetivos, los programas de bienestar integral presentan, entre otros, estos diez beneficios:

1 - Reducen los niveles de estrés. Una mente dominada por tensiones, preocupaciones y ansiedades no contribuye a la mejor toma de decisiones y muchas veces va en detrimento de poder expresar todo el potencial. Los espacios que permiten encontrar un equilibrio y evitar el burnout generan grandes cambios que se ven reflejados en el trabajo cotidiano.

2 - Generan sentimientos de automotivación. Cuando las personas tienen a disposición propuestas que contemplan su bienestar, se ven impulsados a dar sus mejores resultados no porque tienen que hacerlo sino porque quieren, por propia iniciativa y voluntad.

3 - Mejora el clima interno. Las personas motivadas son más propensas a colaborar y cooperar con sus compañeros y con el equipo. Los niveles de satisfacción laboral comienzan a crecer y se genera un “efecto dominó” positivo, del que todos se ven beneficiados.

4 - Reduce la rotación del personal: Mantener talentos es un desafío para las empresas. La alta rotación trae aparejados costos laborales, que pueden reducirse (o eliminarse) al crear ambientes propicios que motiven y contribuyan a la decisión de querer permanecer en ese lugar.

5 - Disminuye el ausentismo laboral: Un ambiente estimulante, que provoca y genere entusiasmo, genera las condiciones necesarias para evitar el estrés y el cansancio. Por tanto, cuidar la salud física y mental de quienes integran una organización contribuye decididamente a evitar las ausencias.

6 - Se fomenta el sentido de pertenencia: Sentirse escuchado, tenido en cuenta, y considerado es el primer paso para despertar sentimientos de integración a un lugar. Ser parte de un proyecto en el que se privilegia el capital humano ayuda a generar lazos sólidos y duraderos.

7 - Se fortalecen habilidades de comunicación: Un ambiente laboral que privilegia el bienestar de sus empleados y prioriza la salud mental y física también trae beneficios en el desarrollo y fortalecimiento de las llamadas “habilidades blandas”. Cuando las relaciones interpersonales son amables, la comunicación fluye mejor.

8 - Se fomenta el equilibrio: Los programas de bienestar contribuyen a conciliar mejor el trabajo con la vida personal. Balanceando el aspecto productivo con el descanso, se evita llegar a los extremos, y aprender a establecer y respetar los límites, sin desatender las responsabilidades que se deben cumplir.

9 - Mejora la productividad: Existe un vínculo directo entre el concepto de bienestar y la productividad en el trabajo. Medidos y analizados en el tiempo, los resultados alcanzados por las propuestas de bienestar demuestran, con evidencias concretas, que es altamente positivo el impacto de las estrategias en relación con el desempeño.

10 - Aumenta la competitividad y sostenibilidad del negocio: Estudios recientes realizados por la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Internacional del Trabajo demuestran que promover la salud y el bienestar de los empleados lleva a las empresas a ser más exitosas y competitivas. Incluir iniciativas para tratar el estrés y promover la salud mental y el equilibrio emocional trae aparejado para las empresas una gran cantidad de beneficios y ventajas, entre las que se encuentra también el retorno de la inversión.