El empleo registrado privado suele analizarse a partir de si sube o baja la cantidad total de puestos de trabajo. Sin embargo, esa mirada no siempre permite entender qué está pasando puertas adentro del mercado laboral.

Enálisis de los flujos de creación y destrucción de empleo ayuda a identificar cómo se están moviendo las empresas y a interpretar mejor el cambio de dinámica que muestran los datos más recientes, con implicancias para el escenario hacia 2026.

Claves

• ¿Qué dejó la dinámica de 2024?

Una fuerte contracción: la creación bruta de empleo cayó 21% interanual y la destrucción aumentó 28%, lo que derivó en una pérdida neta cercana a 73 mil puestos registrados privados.

• ¿Qué cambió en 2025?

Los flujos se estabilizaron: la creación bruta crece 6% interanual y la destrucción cae 17%, dando como resultado un nivel de empleo agregado prácticamente neutro.

• ¿Dónde se explican los movimientos actuales?

Principalmente en empresas ya existentes: tanto la creación como la destrucción de empleo provienen mayormente de firmas en actividad, con menor peso de aperturas y cierres.

Repasamos cómo la estabilización de los flujos puede ser una condición necesaria para que las reformas laborales impacten sobre el empleo formal de cara a 2026.