En la cuarta semana de julio la suba de precios de los alimentos promedió 3% y se aceleró 0,7% respecto de la semana anterior, según el informe periódico que realiza la consultora LCG.

A juzgar por el relevamiento de la entidad, el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 5% promedio en las últimas 4 semanas, y 7,4% punta a punta en el mismo período.

Desagregando los datos y al interior del índice se puede ver que los productos derivados de la harina como panificados y pastas fueron los que más subieron, llegando al 14,5%.

Más atrás quedaron las verduras con el 8%, los condimentos con 3,6% y el azúcar con el 2,2%. En menor medida aumentaron las carnes un 0,4%; lácteos y huevos 0,3% al igual que las comidas listas para llevar y las frutas un 0,1%.

Esta vez los aceites tuvieron un comportamiento negativo, bajando 1,3% en promedio mientras que las infusiones y bebidas para consumir en el hogar bajaron 0,7%.

Sin embargo, en el promedio mensual la baja nominal de las frutas y el moderado aumento de las carnes no logran compensar la suba de los panificados y bebidas.

Otro dato interesante es el que muestra que las carnes se encuentran atrasadas en las subas comparadas con el resto de los alimentos relevados: 18,4% desde septiembre pasado.