La decisión del ministro de Economía, Martín Guzmán, de revertir todas las restricciones que había impuesto el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) Miguel Pesce a la operatoria del dólar contado con liquidación (CCL) genera un clima de "ganadores" y "perdedores" en el equipo económico nacional.

Incluso, el Presidente Alberto Fernández tuvo que "entregar" a su delfín (Pesce) para no verse debilitado públicamente, dado que Guzmán es un hombre elegido por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y, en sordinas, la pulseada de poder entre los hombres del equipo económico por los instrumentos de control de la divisa también abre un compás de discusión alrededor del poder real en el Gobierno.

Ayer, el titular de la cartera de hacienda fue clarísimo al señalar que, en materia del dólar contado con liquidación, "de acá en más va a ser al revés". Más claro, échale agua.

La medida central anunciada por el Ministro fue desarticular el "parking" de 15 días que había impuesto Pesce para los que operan en el dólar financiero y la redujo a solamente 3 días. Y para que no se vayan todos los dólares juntos, los días 9 y 10 se hará una subasta de 750 millones de dólares a la que se podrá acceder con títulos en pesos.