Que en el país donde las vacas abundaban los trabajadores hayan perdido la posibilidad de comprar 41 kilos de carne con su sueldo, es un verdadero despropósito.

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Muchos dirán que en el mundo lo más económico es la carne de pollo, luego el cerdo y como un producto gourmet aparecen los bovinos. Pero en la Argentina la tradición nos hizo diferentes, porque aquí siempre se consideró a la carne de vaca como un ingrediente "normal" de las comidas.

Para llegar a esta conclusión hay que poner un par de datos sobre la mesa: un corte tradicional como el asado y el salario promedio informado por el Ministerio de Trabajo para los trabajadores en relación de dependencia.

Si esto último se ubica en $194.175,11 al último mes, la cantidad de kilos de asado que se pueden comprar son 156,7 contra los 197,7 que se adquirían en diciembre de 2019.

Los datos pertenecen a la consultora Equilibra.

La comparación remite, de manera directa, a cuestiones políticas: el último año del Gobierno de Mauricio Macri contra el último año del Gobierno de Alberto Fernández.

Y vale recordar que el actual presidente hizo campaña publicitaria mostrando una parrilla en la que se le habían colocado plantas, diciendo que la gente no podía cocinar asado.