Ayer, al cierre de la semana, el riesgo país sumó un nuevo récord desde la renegociación de deuda del 2020, al acercarse a los 1.900 puntos básicos.

La Bolsa porteña se derrumbó 5,4%, su mayor caída en dos meses y los bonos retrocedieron hasta 3%, en un contexto complicado en el concierto internacional por la demora en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

Todo en medio de una fuerte incertidumbre global agravada por un clima económico negativo a nivel local.

La caída en los mercados fue la más pronunciada desde el 20 de septiembre último, en la que impactaron los temores internacionales por nuevas variantes de la pandemia del Covid-19 y las dudas de los inversores, tras la decisión del BCRA de prohibir el financiamiento en cuotas de pasajes y servicios turísticos al exterior.

El indicador S&P Merval de BYMA cayó a 80.369 puntos, tras registrar su primera suba en cinco jornadas, y acumuló una caída semanal del 6% en pesos y del 5,6% en dólares. Además, la nueva variante de Covid-19 hundió los índices europeos y Wall Street perdió más del 2%.

Tras el feriado en Estados Unidos, las acciones domésticas habían rebotado tras una constante baja, pero este viernes volvieron a desplomarse. Influye la preocupación que producen los rebrotes de COVID-19 en Europa, una potencial alza en tasas por parte de la Reserva Federal, y la firmeza del dólar que debilita a las monedas emergentes.

El mercado aguarda el programa económico plurianual que el Gobierno enviará al Congreso, que contemplará los principales lineamientos de cara a la negociación con el FMI para reestructurar la deuda con ese organismo multilateral.