El tipo de cambio paralelo saltó $17 en lo que va de julio y acumula un alza de $45 desde los mínimos de $140 que se tocó este año. A partir de las últimas semanas de junio, la cotización empezó a despertarse y escaló rápidamente.

Si bien Martín Guzmán como el titular del Banco Central, Miguel Pesce, confían en que tienen poder de fuego suficiente para controlar la cotización de la divisa, el organismo monetario y la Comisión Nacional de Valores publicaron varias regulaciones la semana pasada, con el objetivo de contener la escalada del contado con liquidación, que actúa como referencia para el dólar alternativo.

Las medidas limitaron la operatoria de dólar financiero a través de cupos y desembocaron en la creación de un nuevo tipo de cambio, el contado con liquidación “libre” o “dólar Senebi”, cuyo precio surge de la cotización implícita de los bonos en un mercado bilateral. Así, mientras las pantallas oficiales muestran un contado con liqui que cierra por debajo de $170, el dólar Senebi opera en la línea de los $177.

La batería de regulaciones no cayó bien en el mercado y disparó la demanda de dólar blue. Es que la mala señal de la imposición de mayores controles al tipo de cambio financiero se combinó con la incertidumbre en aumento a medida que se acercan las elecciones y con la gran cantidad de pesos que emitió el Banco Central. Con tasas negativas para el ahorro en moneda local y registros de inflación altos, es probable que buena parte de esa masa monetaria busque refugio en la moneda estadounidense.