"Todos los sindicatos que integran la CGT adherirán a la medida de fuerza", anticipo el cosecretario general de la central trabajadora, Héctor Daer, sobre la segunda huelga general en la gestión de Javier Milei.

De ese modo, quedarán paralizadas casi todas las fábricas del país debido a la adhesión de los sindicatos industriales (UOM, SMATA, Alimentación, Luz y Fuerza, Textiles, entre muchos otros).

Tampoco habrá clases en las escuelas por el apoyo a la medida de fuerza de parte de los gremios docentes de todos los niveles, ni atención en dependencias públicas como PAMI, ANSES y otras.

Por su parte, la adhesión de los gremios del transporte público (UTA, Unión Ferroviaria, La Fraternidad, Metrodelegados) impedirá a empleados trasladarse, garantizando así que haya poca actividad y que las calles luzcan casi desiertas. Tampoco habrá transporte aéreo ya que se plegarán todos los gremios de la actividad.

No funcionarán los bancos públicos ni privados ni se trasladarán mercaderías por el acatamiento de los Camioneros, mientras que quedará reducido el funcionamiento del sistema de salud, con guardias mínimas, por la adhesión del sindicato de la Sanidad y otros del sector.

Por otro lado, como vino sucediendo en los paros generales anteriores, el sector que suele mostrar algo de funcionamiento durante estas jornadas son los locales comerciales, en especial los del rubro gastronómico.

Pese a que adhieren a esta huelga tanto el sindicato de empleados de Comercio de Armando Cavalieri como el de Gastronómicos de Luis Barrionuevo, es de esperar que no todos los negocios vayan a estar con las persianas bajas este jueves.

Sucede que en estos sectores existe la posibilidad que los dueños se pongan a atender los comercios o, como es habitual en locales gastronómicos, muchos de esos empleados no están sindicalizados por lo cual acudirán a trabajar si sus jefes le garantizan un auto para movilizarse ese día.

En tanto, uno de los pocos sindicatos que anunció que trabajará con normalidad por no plegarse a la huelga es el de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB), que conduce Marcelo Peretta y hace años que no participa de la vida interna de la CGT pese a estar confederado, por diferencias con la conducción.