La decisión no ha sido fácil. Una larga noche de negociaciones entre los jefes de gobierno de la Unión Europea en Bruselas ha permitido llegar al consenso a las 8 de la mañana de este viernes.

Países como Polonia, conscientes que serán los que tendrán que llevar a cabo una transición más radical de su economía, son los que más han costado convencer.

“Europa es el líder en la lucha contra el cambio climático”, ha escrito el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en su cuenta de Twitter al anunciar el pacto.

“Una magnífica forma de celebrar el primer aniversario de nuestro Pacto Verde. Europa reducirá sus emisiones al menos un 55% en 2030. Nos pone en el camino hacia la neutralidad climática en 2050”, ha manifestado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

Greenpeace, por su parte, considera insuficiente este acuerdo y reclama elevar el recorte de emisiones hasta el 65%. Además, critica que el sistema de contabilidad permita descontar emisiones a través de los sumideros naturales de carbono (como los bosques), “por lo que la reducción real sería de 50,5% para los sectores como la energía, el transporte y la agricultura industrial", pues se parte de la base de que los sumideros supuestamente compensarían el resto, según explica Tatiana Nuño, de Greenpeace.