Se ponen en el tapete temas que no están vinculados a lo que la mayoría de los argentinos conversan en el día a día. La inflación y la gestión de la pandemia han sido relegado por los equipos de campaña de las dos principales fuerzas en las PASO: Frente de Todos y Juntos.

Que el oficialismo no ponga en el tapete la gestión deficitaria de la pandemia, con más de 112.000 fallecidos que alcanza, casi con certezas, a un conocido o familiar por cada familia; o que eluda pronunciarse de la inflación, casi la más alta del mundo, con un anualizado del 51,3% también tiene sentido.

El problema es que la oposición, que debiera ejercer un rol de control más importante y señalar esos puntos, tampoco lo hace. Y en ese sentido deja a mucha gente descolocada. Sin saber a quién elegir porque, de esa manera, no hay diferenciación.

Mientras, hay otras cuestiones importantes para atender. Reformas importantes que necesita la Argentina para insertarse en la economía productiva del siglo XXI. Donde la industria del conocimiento tiene un rol importante por jugar, creando miles de puestos de trabajo. Pero también la industria dura y convencional. Con empresas que necesita apoyo y respaldo para invertir en el país y promover un ciclo virtuoso que genere expectativas a las generaciones que empiezan a desenvolverse en el mercado laboral y productivo.

El próximo domingo será un tiempo para que cada uno se encuentre con su conciencia democrática y elija, del menú de opciones del cuarto oscuro, con absoluta responsabilidad. Sin influencias de los bunkers que solo intentan fortalecer la idea de una elección binaria entre uno y otro frente.

Matías Frati
Director ADNempresario