Raro pero real. Los fines de semana largos han sido, hasta la llegada de la pandemia, el remanso para el bolsillo de los empresarios del sector turístico.

Eso habla, por un lado, del cambio de motivación de los turistas a moverse por períodos cortos. Y por el otro del flojo posicionamiento local como destino, ya que lo que salva son esos períodos estrechos de no más de tres pernoctes.

Durante el viernes llegaron turistas a Mar del Plata. Se informaba, desde las estaciones de peaje, que pasaban más de 700 autos por hora con destino a la ciudad.

La comuna tomó distancia de la estrategia de la Provincia. Mientras Mar del Plata promovió oficialmente por su sistema de comunicación una agenda turística basada en la Cultura y la visita a sitios tradicionales, en la Provincia el gobernador había dicho, claramente, que no iban a incentivar el desplazamiento de turistas en el actual contexto de pandemia.

El resultado de posturas tan distantes es que la gente toma su propia posición, y se maneja como le queda más a su criterio.

Para el comercio local eso será un alivio, ya que van a poder vender productos, prestar servicios y trabajar -casi- como si nada sucediera. Para las clínicas podría ser una complicación en las próximas semanas. Solo el tiempo dirá si la campaña de vacunación ha sido tan efectiva a la hora de reducir la cantidad de contagios por venir.